METRO ESTACIÓN LOS HÉROES
En el post anterior comenté la posibilidad de una estación – plaza en altura. Y resulta que ya existe una estación – plaza. Es el caso de la estación de metro que empalma la línea uno y dos. La estación de metro Los Héroes.
Siendo a la vez una estación de superficie, pero por debajo de la cota de la avenida (un subsuelo, abierto) su losa superior constituye parte del parque que corre por la Alameda. Aunque con el objetivo aparente de conformar una detención particular. Una suerte de mirador (de hecho el parque se interrumpe al llegar a la estación, y desemboca por una pasarela hasta la plaza, la cual se eleva levemente por sobre la cota de la calle, pudiéndose observar tanto la avenida de la Alameda, como la norte – sur).
La imagen más externa de la estación así, es esta plaza. Se trata de un lugar construido por la misma estación. Logrando una gran independencia del resto, gracias a un juego de niveles, que son tres: el intermedio que constituye el acceso a la plaza. El sub-nivel que funciona como acceso a la estación propiamente, y el sobre nivel, que es el que constituye la plaza misma. Son niveles que se comunican a la vez con el entorno por medio de estas pasarelas.(muy distinto a las estaciones pedestal, de la línea Nº 5).
El nivel de plaza, se conforma de una planta cuadrada que contiene una serie de jardineras en forma de L que sectorizan la planta. No hay bancas, ni otros aditamentos, salvo algunas luminarias. El extremo poniente presenta una suerte de suave alconamiento sobre el parque, que continua entre la avenida.
En franco estado de deterioro y abandono, actualmente la plaza se encuentra cerrada al público.
Es fácil comprender los errores que presenta, y que a la larga motivan el estado en que se encuentra:
La plaza no es el camino de acceso a la estación, esto hace que quede a trasmano, sin uso definido. Es como una suerte de terraza – jardín, más que plaza. Esto, pues por un lado, no vincula el transito entre el parque, ya que la plaza tiene un acceso por el lado oriente, más no salida por el poniente.
Es un contra sentido, ya que la línea del metro y la norte sur “cortan” la continuidad del parque, y la estación estaba llamada a reconstruir esa continuidad. Lamentablemente, solo es posible seguir un recorrido a pie, por unas pequeñas veredas laterales a la calle o por las de los frentes (o a través de la estación misma). A su vez, es casi imposible acceder a la plaza desde las veredas norte y sur, debido al tránsito. Esto hace que la terraza - jardín quede prácticamente confinada, entre toda una circulación vehicular de avenidas.
En el fondo pareciera que la terraza – jardín intentaba reconstruir la continuidad del parque, más visualmente que funcionalmente. Lo visual se logra, el parque aparece continuo y no se vislumbra la interrupción de la norte –sur. Pero para el paseante del parque, este punto implica realizar un “break”, en donde se sale del parque de una forma u otra para continuar.
Finalmente es singular que no se haya jamás contemplado emplazar ni monumento o escultura. Es decir, ni la simple función de pedestal o zócalo se le ha otorgado (curiosamente frente a la estación se habilitó una pequeña plazoleta con esculturas, que funciona como paradero). En contraposición al ritmo que el parque tiene, con monumentos y estatuas, de tanto en tanto.
Se trata a mi modo de ver, de un espacio que si bien, el emplazamiento de la estación ofrece, este no se integra al ritmo del entorno. Al ritmo de la ciudad.
Pero puede verse como una oportunidad de rescate. Reconstruyendo la continuidad del paso por el parque. Habilitar una funcionalidad clara de encuentro, como la de acceso a la estación, y la implementación de elementos de la tradición de plaza, como monumentos, esculturas, etc. Pueden revivir el sentido de un ejemplo, que a mi modo de ver, es uno de los que se orienta de mejor forma, a lo que debe ser la relación entre estas estructuras nuevas de la intercomunicación para con el entorno y estructura de la ciudad.