Una nueva época...

Edificio de Defensoría.

Y comenzó la reforma procesal penal en Santiago.
Ese jueves, en la oficina, hicimos una pequeña detención en el trabajo para celebrar ese momento. Hay que aclarar, eso si, que no celebrábamos el término de las obras, que comprenden el conjunto de edificios del Centro de Justicia. Se inauguró la reforma, no los edificios. Los cuales, aún les falta mucho para estar terminados.
De lo que se trataba era de tomar conciencia, por unos pocos momentos, del lugar en que estábamos. Del momento.
Pocas veces, puede uno identificar claramente ese tránsito o cambio de un tiempo a otro. Cuando un hecho puntual inaugura una nueva época. A veces resulta apoteósico (como el derrumbe de las torres gemelas) o en otros casos es emocionante, pero pacífico (como el plebiscito del 88).

El asunto es que para esos casos solo fui espectador...
En cambio ahora, me toco ser partícipe...

Por supuesto que mi lugar no es en modo alguno relevante. Soy solo uno más entre las huestes de miles de obreros, técnicos y profesionales que participan diariamente, no solo de esta obra, sino de toda la reforma procesal.

Pero estoy...
Y algún día seré... ¿cómo es que lo llaman en la guerra?
Ah sí... seré un veterano.  

Así que ese día, hicimos un alto para caer en la cuenta del momento que, no solo nos toco vivir, sino también construir. El inicio de una nueva época para uno de los tres poderes del estado de este país. Y que si se cumplen las esperanzas, será también una nueva época para toda esta sociedad en su conjunto.