OBSERVACIONES ARQUITECTÓNICAS EN LA PINTURA DE EDWARD HOPPER.ESTUDIO DE LA RELACIÓN INTERIOR - EXTERIOR EN LA ARQUITECTURA
Ensayo elaborado durante el primer semestre de 1997. Dentro del programa de Magister en Arquitectura de la PUCCH.
El estudio de una serie de pinturas del norteamericano Edward Hopper (1882-1967),
nos permite acceder a varias observaciones de la temática sobre la relación interior - exterior en la Arquitectura moderna, considerando esta relación como la que se nos aparece en el cuerpo de la fachada y principalmente en la Arquitectura de ventanas, en toda obra.
De la observación de la pintura se nos aparece lo siguiente:
La fachada inexistente en la oscuridad.Night Windows, 1928Vemos que es la ventana la que aparece, con su luz, en la penumbra de la noche. La oscuridad hace desaparecer la fachada.
La ventana como aparición, en la desaparición de la fachada.
¿Como podemos llamar a esto?
Leer más... Podemos decir que esto es una suerte de "retiro", ya que una instancia no desaparece sino que deja su lugar de protagonismo.
A su vez, cuando la fachada a parece es la ventana la que se "retrae", lo que no necesariamente, debe ocurrir de día.
Rooms for Turuists, 1945
Ahora bien, ocurre que esto se presenta también en la Arquitectura. Lo que podríamos llamar como el encuentro de la ventana y el cuerpo de la fachada, no es mas que una relación de aparición y retiro. Lo que es una característica clara al comparar la Arquitectura moderna con otras arquitecturas más clásicas.
En este tipo de fachadas la relación entre la ventana y la fachada es de una suerte de enmarcamiento. Así vemos que al experimentar este enmarcamiento la ventana se empequeñece. Sin la fachada enmarcadora la ventana se agranda, aparece , lo que a su vez es el retraerse de la fachada. Esto es tangible en la arquitectura moderna.
La arquitectura moderna es sin enmarcamiento.
Esto nos abre a la libertad de la ubicación de la ventana sobre la fachada, aparece la agrupación, la multiplicidad.
Luego vemos que hoy, es la ventana la que se erige en cuerpo de fachada. Los edificios modernos poseen fachadas no enmarcadoras, fachadas opacas, fachadas, que al ser de vidrio, son reflejantes.
Es decir, que la máxima presencia de la fachada moderna es el reflejo del exterior. Llegando incluso a construir su frontalidad con el reflejo de un exterior que es otra fachada reflejándonos a nosotros mismos, que a su vez lo reflejamos.
Al volver a la observación de la pintura estudiamos un segundo cuadro que nos revela otra característica espacial que esta vez es desde un interior.
Rooms by the Sea, 1951Para poder explicar esta observación, debemos abordarla desde el estudio de otros cuadros de Edward Hopper.
¿Que vemos en estos cuadros?
Morning Sun, 1952Office in a Small City, 1953Western Motel, 1957Una cosa que es que Hopper pinta sus ventanas con un gran tamaño y sin pintar el vidrio.
Esto es una intencionalidad de abstracción más que pictórica, se trata de otorgar una espacialidad peculiar a los interiores, donde lo que constituye el centro es el "vano".
En estos espacios, las figuras están en contemplación del exterior.
Mirando el exterior de espaldas al interior, se nos revela el sentido espacial de la pintura de Hopper:
Es la “permanencia detenida ante un umbral”.
Un umbral que “enmarca” esta posición de contemplación. Enmarca ese vínculo entre exterior e interior. Enmarca la mirada de las figuras retratadas, en esa “contemplación detenida”.
Pero en el cuadro “Habitaciones junto al mar”, es la pintura con el “yo” mirando el umbral.
Hopper nos deja aquí, en un estado de contemplación, de un exterior radicalmente simple (el mar). Ahora es una detención de nuestro propio cuerpo. Y junto con eso, es un estar deslumbrado (ante la lumbre, “Luz”). No la vista enceguecida, sino la mirada llena de luz. La mirada llena del exterior.
La visión pictórica de Edward Hopper es capaz de dejarnos con una postura “excéntrica” en nuestro propio espacio. Ya que el al igual que las figuras retratadas, damos la espalda al interior, atrapados por este umbral contemplativo, abierto a los límites de un espacio distinto. De un nuevo exterior.