Este artículo es uno de mis favoritos. Nunca vio la luz en algún medio (aunque estuvo en dos ocaciones ad-portas). Hoy ha llegado su momento:
Responsables: Fabio Cruz/ Salvador Zahr / Boris Ivelic/ Ricardo Lang.
Mandante: Cooperativa Amereida.
Constructores: Talleres de Arquitectura de 1º, 3º, 5º Año y Talleres de Diseño de Objetos. Escuela de Arquitectura, Universidad Católica de Valparaíso, Chile.
Año: 1992 (actualmente desaparecida).
(*)Imagen: Juan Purcell.
El presente artículo, pretende exponer una obra arquitectónica llamada “La Casa de Los Nombres”, construida en 1992 en la localidad de Ritoque, Quinta Región, Chile.
Pero a la vez se trata de un registro sobre una experiencia académica. Una relación que se da entre sus autores, la escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso y el campo experimental que es la Ciudad Abierta de Ritoque.
Sin embargo, el sentido primordial es dar cuenta de una obra arquitectónica que ya no existe. A falta de “presentación” (existencia en el aquí y ahora), se ha de conformar por diferentes medios técnicos, “formas abstractas” que “representarán”. Texto, ilustraciones isométricas y fotográficas dan cuenta de su proceso constructivo, mostrando el “general como objeto” y proyectando lo que fue su interior y habitabilidad.
Ruinas de Casa de los Nombres (1999)
La casa de los Nombres fue una obra que perteneció a la Cooperativa Amereida, actual corporación Cultural Amereida, a la cual pertenecen los autores del proyecto.
Esta asociación nace en 1952 al emigrar un grupo de Profesores y alumnos de Arquitectura desde la Facultad de Bellas Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile con sede en la capital hacia la Universidad Católica de la
ciudad de Valparaíso. Allí toman la dirección de su Escuela de Arquitectura, creando además el “Instituto de Arquitectura”, instancia más pública de trabajo profesional e investigación, desde la cual se constituyen como un polo intelectual a nivel latinoamericano.
Hacía 1970 este instituto se convertirá en la “Cooperativa Amereida”, figura legal que reune tanto a los miembros del grupo como a sus familias, y desde la cual fundan en 1971 “La Ciudad Abierta” en la localidad de Ritoque, Quinta región (un conjunto de terrenos ubicados en la costa a varios kilómetros de valparaíso). Y que funciona como centro de Investigación y experimentación para las disciplinas de la Arquitectura, Diseño y de otras artes como la Poesía y la Escultura.
La Ciudad Abierta reune el conjunto de obras más representativo de este grupo, que no ha dejado de producir hasta la fecha (la Casa de Los Nombres corresponde a una de estas obras), y que ha mantenido una estrecha relación con la escuela de Arquitectura y la Universidad Católica de Valparaíso.
Previo a presentar la obra es necesario exponer las condiciones en que fue proyectada.
El encargo inicial, (realizado varios años antes a su construcción) nace a raíz de la necesidad de contar con un recinto capaz de reunir a la totalidad de la Escuela de Arquitectura en la Ciudad Abierta (500 personas). Y que se hace indispensable a la hora de montar una exposición del quehacer de esta escuela, como forma de conmemorar los cuarenta años de su refundación.
Una vez establecida la necesidad y el encargo, el desarrollo del proyecto se inicia con la elección del lugar en que será emplazada la obra dentro de la Ciudad Abierta.
Así se escogió, dentro de los terrenos existentes, lo que correspondía a un área cubierta por un paño de dunas de arenas. Fenómeno muy propio de la zona.
Es pues un terreno de características particulares, ya que los vientos constantemente mantienen en movimiento la arena, haciendo que la duna cambie de forma a medida que pasa el tiempo. Otro aspecto importante que destacar corresponde a la altura que alcanzan estas dunas, lo que permite tener una perspectiva de gran parte de la Ciudad Abierta, la playa y el mar.
El conjunto de estos aspectos son tomados muy en cuenta por los autores para la proyectación de la obra, siguiendo una “metodología creativa”, cultivada desde los tiempos en que comenzó su asociación, y difundida a través de su Escuela de Arquitectura.
Esta forma de trabajo implica definir lo que ellos dan en llamar “Los Fundamentos”. Lo que corresponde a un cúmulo de observaciones, estudios e ideas que en su conjunto definieran un concepto o idea orientadora llamada “El Acto”.
Sin embargo, esta teorización conceptual previa al diseño de las “formas” como tal, es un ámbito más cercano a objetivos artísticos que funcionales o prácticos.
Esto es importante de aclarar, pues es a partir de aquí donde se plantea el diseño de los espacios y formas que la obra comprende.
Esta obra es un claro ejemplo de esto, ya que sus autores postulan que la obra “contiene un acto”, el cual es “(...)
habitar el hondo espesor de estas arenas, alcanzadas con el paso difícil y la luz cruda (2)”.
Bajo el sentido poético que se les ha dado a estas palabras, entendemos de que se trata de un objetivo relativo a el lugar, donde la obra tenderá en una espacialidad y forma a recoger lo particular de su locación.
Iniciar una obra en la Ciudad Abierta implica el cumplimiento previo de un “ritual”. Se trata de una celebración inaugural al “encargo”, que puede incluir reuniones y juegos de carácter poético y artístico, donde pueden expresarse ideas que inspiren los lineamientos futuros que deberán reglar el diseño del proyecto, además de indicar el lugar donde se emplazará la nueva obra.
Como en toda obra que se acomete en la ciudad abierta, el primer paso, la partida, es la realización de un acto poético que indica el "sentido " oculto de la obra.
En dicho acto participaron 29 personas y de él surgió el nombre de la obra: la "Casa de los Nombres "; y su sitio: en medir el paño de arenas vivas, en el límite donde estas se abren hacia el estero de Mantagua.
El "acto " primordial de la obra, entonces: habitar el hondo espesor de estas arenas, alcanzadas con el paso difícil y la luz cruda (3).Esta cita expone dos conceptos claves en el planteamiento de esta obra. Lugar y Acto.
Aunque la obra se comienza definiéndose desde el concepto de Acto, es el Lugar el que condiciona todos sus fundamentos.
La Ciudad Abierta corresponde a una extensión o campo espacial orientado a la investigación y experimentación, en cuyo interior existe una zona que son las “dunas”. Una extensión de arena lisa. Donde el suelo es esculpido constantemente por el viento. Luego, esta superficie es dinámica. De difícil estabilidad y paso cansino. Es aquí donde la obra fue emplazada.
Su fundación es a partir de un juego poético llamado Phalene que involucra un grupo de participantes, un recorrido, y un poema. Este establece una serie de coordenadas y observaciones para ser recogidas por la obra. Pero por sobre todo, define el emplazamiento exacto que tendrá. Es una forma de relacionarse con el lugar y que éste manifieste sus condiciones.
Aquí entra el segundo concepto enunciado por el párrafo original: EL Acto.
Y que se refiere al “sentido” que la obra debe tener. Sentido que nace no de la necesidad o encargo, sino de la relación entre lugar y el habitar (el paso cansino en la arena, bajo la luz cruda, por la convexidad de la duna). La forma de un recorrido dentro de la Ciudad Abierta revela las condiciones del lugar y las formas que al habitarlo cobra esta acción humana. Y esto genera los conceptos por los cuales se ira guiando el espacio arquitectónico al que se quiere llegar.
Una vez definido (y ocupado) el lugar por este juego del recorrer. Surgen las coordenadas que orientaran el proceso de diseño del esbozo de un vacío en la duna. En el lugar.
LA OBRA
Su Geometría.Se propuso primeramente una retícula regular de rombos de lado a = 5,77...m. (medida resultante inscrita en una distancia perpendicular de 5 metros) y ángulos de 60º.
Sin embargo, por su tamaño, el módulo se redujo a =5,33... m. aplicándosele una deformación transversal, con vértices desde 90º hasta 60º (tensionamiento).
Las diagonales segmentadas avanzan confluyendo, y aumentando su luz: Así todos los rombos son de forma distinta.
La Materialidad.La trama geométrica fue la base para la confección en el taller de una red de cáñamo plástico, como un trazado transportable al lugar.
El terreno tiene un carácter propio, que es su dinámica; el movimiento de la superficie obedece a las leyes del viento y la mecánica de la arena. Así, se trata de un estado de "equilibrio permanente" para quien transita.
La trama se calcula y se compone en una relación de 2 deformaciones, la geométrica de la red y la material de la arena. Alcanzado ese "equilibrio" durante el trazado (que no fue estacado, sino siempre sostenido por los alumnos), aparece la orientación entre el mar y la duna (Ágora del Fuego). Se cae en la cuenta de que el mar quedará a su espalda.
Así, por medio de una plomada se va proyectando desde la trama aérea de cáñamo determinados puntos en el suelo.
La estructura.Cada intersección de la malla marca la posición para la instalación de los 29 pilares (puntos proyectados en el suelo). Estos son de hormigón pretensado de 7m de largo con un perno con hilo de 12mm en su extremo superior.
El pilar resulta en la primera vertical que aparece sobre la duna. Así la obra cobra una dimensión espacial de interioridad por el "bosque de pilares".
El perímetro surge del encuentro, pero a la vez continuidad entre duna y la envolvente de la obra.
Este cierro se compone de un faldón entablado (madera de pino), apoyado superiormente en 18 vigas entre pilar y pilar y anclado a la arena, en una loseta de hormigón.
El Vacío.Al extraer la arena, la concavidad de la duna, que era lleno-masa se descubre como hueco-vacío, con capacidad de albergar un "suelo".
Una vez vaciada la duna, se niveló la arena para recibir un pavimento de losetas de hormigón de 40 x 20 x 4 cm, trabadas por la arena. Las losetas no fueron cortadas para calzar en los bordes de las junturas de dilatación, quiebres de pendiente o al rededor de los pilares, estos remates se hicieron con una suave capa de mortero. Este pavimento no solo cubría horizontalmente el piso, sino que también toda una pendiente interior, generando una suerte de suelo envolvente, de un impacto y textura que no es el propio de la duna (espeso y cansino); sino uno duro y firme.
La Envolvente.La cubierta corresponde a casquetes que cumplen con la reconstrucción de la duna y el envolvimiento del vacío. Se crea una duna habitable arquitectónicamente.
Materialmente se trató de unidades autosoportantes, prefabricadas en el taller de los diseños, compuestas por cerchas de madera reticulada y cubiertas por una suerte de "piel", compuesta por una capa de polietileno entre dos capas de malla tipo "Rachel". La unión entre cada módulo, consistía en una canal de fibra de vidrio, para la evacuación de las aguas lluvias.
La “Fachada” consistió en una estructura ligera de madera de pino sobre un cimiento simple de bloques de hormigón anclados y revestida por polietileno, con un ventanal de vidrio fijo inclinado en todo su largo. También se incluyeron dos puertas a un extremo de la fachada.
Siendo la última faena de construcción, este cierre se constituyó en la transparencia de la obra.
Una fachada translúcida, casi inexistente. Que en lugar de enfrentar el mar, le da la espalda y se orienta “al interior”. La obra va desde el Pacífico (faldones entablados) al interior de las dunas (fachada transparente). Es un frente desenvuelto (no envuelto). Esto es producto de la mecánica de la arena, que si estuviera de frente al mar atacaría la transparencia de lo descubierto y llenaría la obra.
Esta exposición de las diferentes etapas constitutivas del cuerpo de la Obra, la muestran como objeto. Aislado de su entorno y de la duna. Pero esta construcción se emplazaba en la duna de una forma que como se ve, corresponde al literal ahuecamiento de la arena. Luego, la obra esta completa solo vista en forma inscrita en este entorno que como dijimos es un espacio liso.
Liso pero turbulento.
El vacío arquitectónico se sitúa en el espesor mismo de un borde entre la Duna y la Atmosfera.
Un borde Turbulento. La arena, que se mantiene siempre dinámica, comienza alrededor de la obra una turbulencia envolvente. Esta visto que no es posible empotrar sobre este suelo. Ya que la arena se retira dejando al aire los cimientos. Por eso la obra no los tiene. (la transmisión de fuerzas es vertical por la pilarización interior), En el exterior la forma de la duna se reconstituye alineandose sus bordes de ataque al movimiento de la duna y el viento. Ella trata de ser una prolongación con la duna y pretende que el viento la envuelva y la sobrepase. Que fluya sobre si, de forma de no interrumpir su continuidad. La obra así, navega en este mar, que constantemente cambia su configuración. De hecho, la duna literalmente giraba en torno suyo, desde el borde de ataque poniente, hacia el acceso oriente.
La duna. Entorno dinámico de la obra.
La luz interior.Hemos visto como desde el lugar se puede entender el sentido de esta obra. Un relacionarse con el lugar desde la perspectiva que hacia el territorio tiene este grupo. Ahora bien. El territorio y el Oficio de la Arquitectura se conjugan y surge la obra. Obra que contiene este interior. Conformado tan levemente, solo una delgada película plástica separando exterior turbulento y vacío luminoso.
Es esta delgadez, tan ligera la que hace que todas las virtudes radicales de la obra se conjugan íntimamente. Como por ejemplo la luminosidad de la cubierta, que por el exterior constituía el volumen de la masa, la opacidad, la continuidad de la duna, y por el interior se erguía como una concavidad que proyectaba dos luminosidades, una de las cuales es la "luz negra" (malla rachel). Sin embargo esta cubierta (cielo interior), no solo contenía una luz cenital negra, sino que una luz que "nervaba” esta bóveda y que apareció en las canales de aguas lluvias de fibra de vidrio.
Esta luz aparecía como una trama que fragmentaba el cielo (luz fragrnentada por la luz), constituyéndose así en un espacio entramado y contenido.
Un cielo nervado, traccionado linealmente por esta luz.
La luz en la superficie del casquete era facetada, (casi cóncava) "facetando" el suelo en ciertos momentos. A su vez, el apuntalamiento de este cielo (pilares) constituía, junto con el nervamiento, una prolongación o extensión del cielo al suelo.
Finalmente, en los límites del espacio, un suelo ascendente envolvía dejando al cuerpo sumido en una concavidad "reversa".
Así, esto es el Acto. La Arquitectura dando espacio al cuerpo que en un interior habita un suelo nuevo, construido. Duro pero envolvente. Y a la vez una luz envolvente. Los límites del espacio apartándose para dejar al habitante atravesado por estos entramados de luz y pilares.
La "Ronda".El quehacer en la Ciudad Abierta es producto en muchos casos de lo que sus miembros dan en llamar la "Ronda". Particularmente aquí, significó el quehacer de los distintos Talleres de Enseñanza (Arquitectura y Diseños), abocados a la construcción de un recinto que diera lugar al encuentro de 500 personas.
En esta estructura de trabajo, los alumnos mayores guiaban a los menores en las diferentes tareas del proceso constructivo. Los profesores, a su vez, instruían a los mayores y componían los grupos de trabajo.
Cada Taller asume sus quehaceres como parte de su formación académica, es decir, es frente a los requerimientos que la obra va presentando, que el taller va encauzando la enseñanza de las materias. Por ejemplo, el diseño de un instrumento de trazado (una red transportable, desplegable y codificada en sus medidas y puntos). Se trata de que un grupo de cinco o más alumnos es asignado como responsable de cada faena en particular, realizándose los cálculos técnicos y presupuestos para la correcta cubicación de los materiales a ocupar. Posteriormente se expone al resto del Taller la faena para coordinar su fabricación, transporte y aplicación.
En resumidas cuentas, el Taller de 3º año estuvo a cargo de las faenas de trazado, transporte de pilares, construcción del perímetro de faldones entablados y construcción de toda la fachada; colaborando además en la compra y transporte de materiales, fabricación e instalación de toda la cubierta y vigilancia diurna y nocturna de la obra.
El Taller de 5º año estuvo a cargo de la construcción de las vigas perimetrales, vaciado de la "duna interior" y nivelación de terreno. Además se encargó de la instalación del pavimento, (junto a primer año) y finalmente confeccionó la planimetría de la obra una vez terminada.
El diseño y prefabricación de las piezas de la techumbre autosoportante y el sistema de evacuación de aguas lluvias, estuvo a cargo de los Talleres de Diseño de Objetos, además del sistema de iluminación y soportes de las láminas de la exposición. La confección de estas láminas fue realizada principalmente por Diseño Gráfico, con la colaboración de los otros talleres.
Finalmente el Taller de 4º año de Arquitectura estuvo a cargo del diseño y construcción de un camino y playa de estacionamiento (conformado por una carpeta de material vegetal), que serpenteaba desde el acceso de la Cuidad Abierta, hasta la Obra.
Es decir, para el alumno la obra involucró, a través de la vivencia de su construcción, el padecimiento de una serie de instancias arquitectónicas. Todas estas respondieron en definitiva al vacío de la obra. Un vacío que en el fondo refleja la posibilidad o el ofrecimiento del habitar. Se trató de una experiencia, en que lo común de los oficios que participaron, era construir habitando la obra a cada paso.
EL ÁMBITO
La Casa de Los Nombres fue en su momento, un reflejo del quehacer del Grupo en la Ciudad Abierta. Pero este actuar no es independiente de un contexto que se ha vuelto ámbito, gracias a una serie de eventos e hitos que se inscriben en un campo formado por la interacción de tres vertices temáticos. Estos vertices puden definirse propositivamente como: El Oficio (desde la teoría de cada arte o disciplina, hasta la obra construida), La Enseñanza y El Territorio.
Gráfica que muestra los tres ambitos que la escuela ha desarrollado a lo largo de su carrera.
Tres líneas que con el tiempo, no solo se desarrollan, sino que comienzan a relacionarse y apoyarse entre si, dando lugar a una serie de hitos, como son la Travesía Amereida, La Reforma Universitaria de 1967 y la Ciudad Abierta.
Las obras mas recientes del Grupo (como la Casa de los Nombres) son un ejemplo de los vinculos creados entre las áreas (las llamadas “travesías” son la muestra más completa, radical y original de esto mismo).
Por ejemplo, el sentido de escoger ese lugar, y su relación con la obra. Es necesario saber que desde siempre este grupo a mantenido una relación con el territorio, (a nivel continental) que se ha traducido en un incesante intento de ocupación. Pero este ocupar es en un constante recorrido. No se trata de permanecer sedentariamente, sino de un continuo “atravesar”. Travesía han terminado por llamarlo. Y la Travesía Amereida (1964) es el primer ejemplo donde la intención creativa desde los oficios que poseen se toca con el espacio continental americano.
Las Obras de la ciudad Abierta al igual que las de travesías que actualmente se desarrollan por el continente, son herederas de estos principios. En ambos casos se trata de obras “ligeras”. Fundantes pero que no permanecen. No interrumpen lo virginal del lugar en que son instaladas. Pero si construyen para ellos un mapa de coordenadas por las cuales se orientan, conocen y entienden el territorio.
A la luz de estas cordenadas es que se intenta situar esta obra llamada La Casa de Los Nombres. Ya que su concepción esta intimamente ligada a estos parámetros. Puesto que es sobre la base de algunos de los hitos graficados en este campo de tres coordenadas, que esta y otras obras son posibles. Desligarlas de su contexto resulta en algunos casos desvirtuante. Puesto que se trata de trabajos de investigación, experimentos y prototipos. Propuestas de una naturaleza radical, opuesta a nuestra cotidianeidad.
Sin embargo, la extensión de este escrito nos obliga a centrarnos en las relaciones más directas y que dan luz al conocimiento de la forma y el espacio arquitectónico de esta obra desaparecida.
PLANIMETRÍA
Planta Trazado
Planta de Suelo
Planta de Pavimento
Planta Cubierta
Isométrica
Notas:
(1) Artículo extractado de la "Tesis de Magister en Arquitectura. Del Curso del Espacio a La Travesía. Los talleres de enseñanza en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso". Escuela de Arquitectura Pontificia Universidad Católica de Chile, (código Biblioteca: TUC 2000 M938T) Santiago, Chile, 2000.
(2) UCV, Escuela de Arquitectura: "Casa de Los Nombres". En C.A. Nº 87,1992, Santiago de Chile, pp. 50-53.
(3) Ibidem.
(*) La totalidad de las imágenes son de mi autoría. Con excepción de la del encabezado. La que pertenece a Juan Pucell, y que fue extraida sin intención de violentar derechos de autor, de la siguiente publicación:
PÉREZ, Fernando, PÉREZ DE ARCE, Rodrigo: La Escuela de Valparaíso. Tanais ediciones S.A. Madrid, España. 2004.
Para mayor información e imágenes:
- CRUZ, Alberto: "Exposición de los 40 años de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso". En Revista Diseño Nº 18, Ed. Hergar S.A, Chile, Marzo 1993, pp. 90-93.
- PENDLETON Jullian, Ann: The Road That Is Not a Road: And the Open City, Ritoque, Chile. Graham Foundation / Mit Series in Contemporary Architectural Discourse. Ed. Massachusetts Institute of technology, 1996.
ALFIERI, Massimo: La Ciudad Abierta. Editrice Librerie Dedalo. / Roma, Italia, Abril 2000.
PÉREZ, Fernando, PÉREZ DE ARCE, Rodrigo: La Escuela de Valparaíso. Tanais ediciones S.A. Madrid, España. 2004.
UCV, Escuela de Arquitectura: “Casa de Los Nombres”. En C.A. Nº 87, 1992, Santiago de Chile, pp. 50-53.