Las ciudades y su perdida escala humana
Vía menéame llego al blog de Francisco Vargas, donde se comenta una interesante noticia: “El MIT en Manresa crea la primera ciudad inteligente”.
Se trata de la implementación de un software que, instalado en celulares y PDAs, da al ciudadano información inmediata, sobre cualquier sitio, además de estar geolocalizado en un mapa (lo que permite entregar información sobre atractivos próximos). También permite compartir la información.
Nuestras ciudades se han vuelto cada vez más complejas. Tanto así, que puede resultar desorientador para sus propios habitantes. No era así en antaño. La estructura de la ciudad era algo muy definido y sujeto a leyes muy estrictas. Esto no solo permitía la “correcta administración de la ciudad”. Sino que se entendía que existía, una relación muy próxima entre el habitante y su ciudad. Tanto las calles, así como los edificios, dialogaban e informaban al ciudadano. Era una suerte de relación, donde la ciudad tenía una “escala humana” reconocible por las personas.
Esto hoy se ha perdido. Producto de las máquinas, la velocidad y el crecimiento de las ciudades sin esa dura planificación de antaño. Todo eso desescala esa antigua relación entre el habitante y su ciudad.
Creo que ingenios como el que comenta Francisco Vargas (así como recursos más comunes como las guías Turistel), son intentos por reconstruir esa relación o escala perdida entre un ciudadano común y una ciudad cada vez menos común. Pero en todos estos casos, se trata de mediadores, los que además tienen un costo. ¿Qué será de aquellos que no puedan pagarlos? Ser pobre sería entonces, padecer no solo la marginalidad económica y social, sino también cierto tipo de desorientación urbana.
Link al video demostrativo, vía blog de Francisco Vargas:
Prueba piloto de ciudad inteligente.
Se trata de la implementación de un software que, instalado en celulares y PDAs, da al ciudadano información inmediata, sobre cualquier sitio, además de estar geolocalizado en un mapa (lo que permite entregar información sobre atractivos próximos). También permite compartir la información.
Nuestras ciudades se han vuelto cada vez más complejas. Tanto así, que puede resultar desorientador para sus propios habitantes. No era así en antaño. La estructura de la ciudad era algo muy definido y sujeto a leyes muy estrictas. Esto no solo permitía la “correcta administración de la ciudad”. Sino que se entendía que existía, una relación muy próxima entre el habitante y su ciudad. Tanto las calles, así como los edificios, dialogaban e informaban al ciudadano. Era una suerte de relación, donde la ciudad tenía una “escala humana” reconocible por las personas.
Esto hoy se ha perdido. Producto de las máquinas, la velocidad y el crecimiento de las ciudades sin esa dura planificación de antaño. Todo eso desescala esa antigua relación entre el habitante y su ciudad.
Creo que ingenios como el que comenta Francisco Vargas (así como recursos más comunes como las guías Turistel), son intentos por reconstruir esa relación o escala perdida entre un ciudadano común y una ciudad cada vez menos común. Pero en todos estos casos, se trata de mediadores, los que además tienen un costo. ¿Qué será de aquellos que no puedan pagarlos? Ser pobre sería entonces, padecer no solo la marginalidad económica y social, sino también cierto tipo de desorientación urbana.
Link al video demostrativo, vía blog de Francisco Vargas:
Prueba piloto de ciudad inteligente.
Etiquetas: arquitectura
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